Según la SEGO, una correcta hidratación durante el embarazo resulta beneficiosa tanto para la mujer como para el feto, ya que durante este periodo vital aumenta notablemente el volumen de sangre de la mujer, y el umbral de la sed.
Igualmente, la leche materna contiene hasta un 90% de agua, por lo que una madre en periodo de lactancia debería ingerir una cantidad suficiente de líquido para asegurar la producción de leche diaria y mentener un buen estado de hidratación.
El documento señala que las bebidas con un contenido determinado de azúcares y sales minerales, correctamente utilizadas, pueden ser una importante ayuda para garantizar la rehidratación o solucionar los procesos leves de deshidratación.
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